El 6 de noviembre de 1963, se firmó el acuerdo inicial entre el Observatorio Europeo Austral (ESO) y el Gobierno de Chile, el Convenio, permitió a ESO ubicar sus telescopios bajo el cielo excepcionalmente claro de Chile.
“La cooperación con Chile ha demostrado ser sólida y duradera. La ESO es un puente científico y cultural entre Chile y Europa, abre una vía hacia el futuro y ofrece grandes beneficios para Chile, los Estados Miembros de la ESO y ciertamente para la ciencia y la tecnología en general “ (Tim de Zeeuw, Director General de ESO).
El primer telescopio de la ESO, con un espejo de 1 metro de diámetro, fue instalado en 1966 y el Observatorio de La Silla, el primer observatorio de la ESO, fue inaugurado el 25 de marzo de 1969 por el Presidente de Chile. Con el tiempo, el telescopio de 3,6 metros y el Telescopio de Nueva Tecnología (NTT), junto con varios otros telescopios más pequeños, fueron construidos en este excelente sitio. Estos desarrollos tecnológicos allanaron el camino para lo que se convertiría en la próxima instalación de ESO en Chile, el Observatorio Paranal.
Chile es hoy una potencia astronómica, a fines de esta década concentrará el 70% de la observación astronómica del planeta.
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