¿Cómo era el hombre que inspiró en sus subalternos tan grande sacrificio y en su nación el esfuerzo que demandaba el conflicto? ¿Qué llevó a su oponente en el combate a escribir, solo siete días después de su muerte, que el valiente comandante de la Esmeralda murió “como un héroe, víctima de su temerario arrojo”? De eso se trata este libro. De descubrir al hombre y de qué estaba hecha su alma.
Para la institución bajo mi mando, Prat y sus hombres encendieron un faro de luz que, brillando desde ese día y en forma permanente en las escuelas matrices de oficiales y gente de mar, ha marcado nuestro derrotero con meridiana claridad, grabando en nuestros corazones lo trascendente que resulta cumplir con el deber que la patria nos demanda en todo orden de cosas y hacerlo con honor.
Así, hemos construido una Marina que es parte viva de la nación chilena, componente activo de su seguridad; fiel a sus valores y principios, y que se caracteriza por mantenerse a la vanguardia tecnológica.
Una Marina comprometida con el desarrollo del país y que ha sabido adaptarse a los tiempos y las circunstancias para prestar un mejor servicio a Chile, alcanzando estándares que nos permiten participar en las operaciones multinacionales que impone el actual fenómeno de la globalización.
En el comandante Arturo Prat Chacón encontramos el ejemplo inspirador para continuar en la senda de nuestros antecesores. Tenemos la íntima determinación de mantener incólume el legado espiritual de nuestro máximo héroe nacional, así como de permanecer como protagonistas de una Armada cuyo dinámico profesionalismo, orientado a las exigencias y los desafíos del presente y del futuro, seguirá contribuyendo, en forma gravitante y decidida, a la grandeza y el bienestar de nuestro país.
Almirante Enrique Larrañaga M.
Comandante en Jefe
Armada de Chile